Aunque haya etapas en las que no logramos alcanzar nuestro objetivo – que no es otro que ser los mejores – el Madrid siempre será grande. Con el objetivo de tranquilizar a los seguidores del Real Madrid,  que en la primera parte del último partido vivieron algunos momentos de intranquilidad, me gustaría hacer un breve comentario que espero que sea objetivo.

Comenzamos marcando con gran elegancia en una gran escapada al contraataque. Pasan los minutos y el Rayo comienza a tocar muy bien el balón, a tal punto que en dos jugadas da la vuelta al marcador poniéndose 1-2, todo ello mientras exhibe un excelente juego. Naturalmente el Real Madrid sube la intensidad del juego y comienza la confusión. Una entrada muy dura obliga al árbitro a expulsar al jugador que comete la infracción.  Naturalmente, el Real Madrid no tiene culpa de esto. Es el jugador Rayista que no procede correctamente. A los pocos minutos otro jugador  comete un penalti innecesario y tras la expulsión del mismo por doble amonestación el Real Madrid queda en situación de ventaja numérica.  A partir de ahí el Madrid cumple con su obligación que no es otra que jugar para ganar y marcar goles.

Me gustaría aquí insistir en algo que observo desde hace mucho tiempo: los jugadores, en un porcentaje muy elevado, no conocen las reglas del juego. Entradas violentas, codazos innecesarios, adelantamiento del balón a pesar de marcarse la situación, protestar al árbitro cuando solamente el capitán está autorizado y así, lamentablemente, podría seguir enumerando reglas que se vulneran habitualmente.  Es seguro que si los árbitros aplicasen consistentemente el reglamento, en mas de una ocasión,  debido al comportamiento incorrecto de varios deportistas, tendrían que dejar a algún equipo con menos jugadores de los establecidos teniendo que  terminar el partido sin jugarse todos los minutos reglamentarios.

No se trata de la ley del más fuerte o más pícaro, se trata de practicar un hermoso deporte como es el fútbol jugando limpio y siguiendo las reglas del juego. Se me ocurre que alguna reunión entre árbitros, técnicos y capitanes sería muy oportuna para mejorar en todos los conceptos.

A mis madridistas, ganadores y respetuosos les deseo felices fiestas y suerte para los próximos compromisos con el objetivo de siempre, ganar.

Felices Fiestas

 

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